La escena que se representa en el escaparate es un cambio de vida, una mudanza, un antes y un después en la vida de una persona, para esto se ha representado una habitación “desordenada” en la que casi todo está embalado y a medio preparar para ser llevado a otro lugar.
Para crear el escaparate, me he basado en la película Amelie, porque como hemos visto antes, este filme tiene muchos puntos en común con Lollipops. Uno de ellos y desde mi punto de vista el mas importante, es que Lollipops y Amelie intentan hacer a las personas la vida más feliz, más divertida, la vida onírica que “todos” deseamos para nosotros mismos.
Por ello, he querido hacer un mundo irreal, sin color, en blanco y negro construido en cartón y papel, un mundo bonito pero al mismo tiempo “triste”. El trazo de los dibujos no uniforme y discontinuo, simboliza que todo está aún en construcción.
En este mundo, unimos lollipops a la película Amelie con los decorados. Los muebles siguen la línea de los muebles utilizados en las tiendas Lollipops y al mismo tiempo los cuadros son una replica de los que Amelie tiene colgados en su habitación o representan algún fotograma de esta película.
Suspendidas en el aire se colocarán mariposas, en mi opinión, simbolizan la libertad, el disfrutar de la vida intensamente. Al mismo tiempo, representan la delicadeza extrema, al igual que Amelie, persona libre pero al mismo tiempo muy sensible y delicada.
El escaparate está ambientado en la ciudad de París, Lollipops es una marca francesa nacida en esta ciudad y Amelie es una chica nacida también en París, por eso las vistas que se muestran desde la habitación son las de esta ciudad. Se ha representado la ciudad con una composición de los iconos parisienses, Torre Eiffel, Sagrado Corazón, Louvre y el Moulin Rouge, que son lugares de gran interés cultural, artístico y turístico en París, dos de ellos situados en el barrio de Monmatre creando de nuevo un enlace con la película de Amelie, ya que la protagonista “nace” en este barrio tan característico de París.
El color a esta vida “aburrida” lo va a poner el producto creado por Lollipos, al igual que en la película, en la que se transmite como Amelie da color a la vida de los demás, vidas monótonas, tristes y apagadas. Por eso en el escaparate, todo es blanco para que sea uno mismo el que elija las “pinceladas” para dar color a su propia vida.